martes, 24 de febrero de 2009

Las Intermitencias de la Muerte

José Saramago
Datos
Las Intermitencias de la Muerte

Autor: José Saramago/Género: Novelas / Ficción y Literatura/ Idioma: Español

Edit:Alfaguara/Traducción: Pilar del Río / Formato RAR:Word


Resumen

En un país cuyo nombre no será mencionado se produce algo nunca visto desde el principio del mundo: la muerte decide suspender su trabajo letal, la gente deja de morir. La euforia colectiva se desata, pero muy pronto dará paso a la desesperación y al caos.

Sobran los motivos. Si es cierto que las personas ya no mueren, eso no significa que el tiempo haya parado. El destino de los humanos será una vejez eterna.

Se buscarán maneras de forzar a la muerte a matar aunque no lo quiera, se corromperán las conciencias en los "acuerdos de caballeros" explícitos o tácitos entre el poder político, las mafias y las familias; los ancianos serán detestados por haberse convertido en estorbos irremovibles. Hasta el día en que la muerte decide volver...

Arrancando una vez más de una proposición contraria a la evidencia de los hechos corrientes, el Premio Nobel de Literatura José Saramago (Azinhaga, 1922), desarrolla una narrativa de gran fecundidad literaria, social y filosófica que sitúa en el centro la perplejidad del hombre ante la impostergable finitud de la existencia. Parábola de la corta distancia que separa lo efímero y lo eterno, 'Las intermitencias de la muerte' bien podría terminar tal como empieza: "Al día siguiente no murió nadie".




Lee un poco del libro
Al día siguiente no murió nadie. El hecho, por ab­solutamente contrario a las normas de la vida, cau­só en los espíritus una perturbación enorme, efecto a todas luces justificado, basta recordar que no exis­te noticia en los cuarenta volúmenes de la historia universal, ni siquiera un caso para muestra, de que alguna vez haya ocurrido un fenómeno semejante, que pasara un día completo, con todas sus pródigas veinticuatro horas, contadas entre diurnas y noc­turnas, matutinas y vespertinas, sin que se produjera un fallecimiento por enfermedad, una caída mor­tal, un suicidio conducido hasta el final, nada de nada, como la palabra nada. Ni siquiera uno de esos accidentes de automóvil tan frecuentes en ocasio­nes festivas, cuando la alegre irresponsabilidad o el exceso de alcohol se desafían mutuamente en las ca­rreteras para decidir quién va a llegar a la muerte en primer lugar. El fin de año no había dejado tras de sí el habitual y calamitoso reguero de óbitos, co­mo si la vieja Átropos de regaño amenazador hubie­se decidido envainar la tijera durante un día. San­gre, sin embargo, hubo, y no poca. Desorientados, confusos, horrorizados, dominando a duras penas las náuseas, los bomberos extraían de la amalgama de destrozos míseros cuerpos humanos que, de acuerdo con la lógica matemática de las colisiones, deberían estar muertos y bien muertos, pero que, pese a la gravedad de las heridas y de los traumatismos sufri­dos, se mantenían vivos y así eran transportados a los hospitales, bajo el sonido dilacerante de las sire­nas de las ambulancias. Ninguna de esas personas moriría en el camino

Para terminar de leerla descargala en el siguiente enlace...


Enlace de descarga
Las Intermitencias de la Muerte

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Que sea constructivo